La semana pasada expuse algunas de las bases que estoy siguiendo para el desarrollo de Calipso Studios, hoy quiero hablaros de las posiblidades de financiación que existen para el desarrollo de un proyecto emprendedor. Ineludíblemente hay que considerar la necesidad de los recursos financieros puesto que somos seres humanos y no importa que el sistema que nos planteamos para emprender no tenga casi costes pues, como mínimo, hay que comer de vez en cuando. De hecho los conceptos de gastos y costes del proyecto están íntimamente ligados al de financiación. En este artículo veremos cuales son las fuentes de financiación a las que podemos acceder, el orden y el momento adecuado de ir a por ellas, cómo hacerlo, que es bootstrapping y por qué (en mi opinión y opción personal para el momento en que me encuentro con Calipso Studios) lo mejor es no acceder a la mayoría de ellas.
Como vimos en la anterior entrada, es bueno sentar una metodología para realizar la actividad emprendedora. Esto además nos ayudará a crear una previsión a futuro de un balance y una cuenta de resultados financieros, fundamental para saber en qué nos estamos metiendo y que nos va a indicar los recursos que necesitamos para poder llevar a cabo el proyecto. Dicho así suena terrible, e inicialmente cuesta un poco adquirir el vocabulario y el método para realizarlo, pero no es más que otro ejercicio de adquirir conceptos y practicar. Mi consejo sobre esto: utiliza una hoja excel con formulas relacionando los distintos asientos para automatizar el cálculo si cambia algo (que cambiará) y no te calientes la cabeza por «rellenar» de forma exhaustiva todos los asientos contables. En las fases iniciales del proyecto la mayoría de los conceptos que se emplean lo más seguro es que no te apliquen y no te van a ser útiles. De hecho inicialmente prever a varios años es más un ejercicio de imaginación que algo real, por lo que mejor planifíca en el corto plazo (1 año), revisa periódicamente (cada mes) y replanifica conforme vayas obteniendo feedback y conociendo que es lo que vas a necesitar. En el caso de Calipso, al escoger una metodología de desarrollo de cliente (customer development) esto es una necesidad pues hay que estar dispuesto a cambiarlo todo, desde la idea hasta el modelo de negocio. Además si escoges bootstrapping, debes poner el énfasis no en los recursos que necesitas, sino en lo que puedes realizar con lo que ya tienes. Una vez que conoces con qué recursos cuentas y cuales, probablemente, van a ser tus gastos es bueno conocer las fuentes de financiación disponibles. Para no hacer muy larga y pesada la entrada, voy a incidir en las que considero más adecuadas para una startup y dejaré la descripción de las restantes: subvenciones, prestamos bancarios, business angels y asociaciones de capital riesgo para un próximo artículo. Tenemos las siguientes fuentes de financiación ordenadas en función de la facilidad para conseguirla y el momento en el que un emprendedor puede recurrir a ellas:
  1. Recursos Propios. Sobre su definición, poco hay que decir. Es la primerísima e ineludible opción para financiar cualquier proyecto, la más sencilla de conseguir y sobre la que hay que tener mucha cabeza. Invertir tus recursos en desarrollar un proyecto no signfica invertir todos tus recursos en el mismo. De hecho creo que es sano considerar un tope de inversión, por muy buena que sea tu idea. Como todo, hay que planificar el uso de estos recursos, asignarlos e ir controlado su utilización por etapas teniendo en cuenta que con un 90 + 9.9 % de probabilidad vamos a fracasar las primeras veces que intentamos algo. El documento del balance y su previsión a futuro en distintas etapas es lo que nos permitirá realizar esta planificación.
  2. 3F (Family, Fools & Friends). Esta es otra posibilidad a tener en cuenta, de hecho la segunda en orden, en el caso de necesitar financiación. ¿Quién mejor para ofrecerte apoyo que aquellos que te conocen y confían en ti? Pero ojo con esto, la confianza puede llevar a la informalidad en el establecimiento de los compromisos y eso es un autentico peligro que no hay que tomar a la ligera si no quieres acabar con relaciones de muchos años. Recomiendo la lectura de «The 3Fs: good or bad» y sobre todo, si te planteas pedir dinero a las 3Fs seguir el «action list» que ponen en el mismo. El resumen sería las cosas muy claras, acordando las condiciones,  y por escrito.
  3. Crowd Funding. Gracias a internet y su capacidad para llegar a un gran número de personas nació esta posibilidad. Esta opción de financiación utiliza la exposición pública de un proyecto y la asignación de recompesas a cambio de un pequeño aporte. El potencial de esta alternativa de financiación es que como su propio nombre indica, es un número enorme de personas realizando pequeñas aportaciones. Quizás os preguntéis hasta dónde es posible llegar con esto. Como muestra un botón: echadle un vistazo a esta iniciativa de Crowd Funding para hacer un remake del videojuego «Elite Dangerous» y no es de las que más han recaudado. El Crowd Funding además tiene 2 ventajas adicionales al acceso a la financiación si eres una startup que funciona mediante desarrollo de cliente. La primera es que obviamente viene como anillo único al dedo de Gollum para realizar las pruebas y obtener resultados de aceptación reales. La segunda es la publicidad, tanto instantanea como viral que puedes conseguir. Por todo esto, esta es una iniciativa de financiación que preveo poner en marcha.
  4. Patrocinadores. Es una opción a considerar cuando ya tienes algo patrocinable y ese algo entra dentro del contexto y la visión de las empresas a las que te vas a dirigir. Ejemplos sobre esto sé de 2 orientadas a iniciativas surgidas por internet que han sido un éxito y que pueden dar una idea sobre qué elementos pueden llevar a una empresa a patrocinarte. Los ejemplos en concreto son el plan B de Carlos Jean y uno que me pilla mucho más cerca, pues fue Valver, uno de mis colaboradores en Calipso Studios el que logró el patrocinio para Multifriki con un concurso denominado la «Cúpula del Trueno».
  5. Microcréditos. Normalmente suelen dar unas condiciones más ventajosas que los créditos tradicionales y pueden suponer un empujón en el momento en que se necesita financiación. Como ejemplo uno de los microcréditos de la Caixa.

Quizás os preguntéis por qué es importante el orden y por qué, si queremos acceder a fuentes de financiación, existe un momento adecuado para dirigirnos a cada una. Para comprenderlo vamos a ponernos en el contexto en el que normalmente se encuentra un proyecto emprendedor en los momentos iniciales: el proyecto comienza con 1 a 3 personas trabajando con ahínco en una idea. Supongamos que es un caso excepcional y que de partida los emprendedores responden bien con esa idea a las 5w y la h cumpliendo los requisitos para convertirse potencialmente en una buena idea de negocio. Ahora, en ese momento ¿cuánto vale realmente la idea? La respuesta es que depende a quien se lo preguntes. Para los emprendedores seguro que vale millones, para un inversor la idea vale 0. El porqué es sencillo de comprender: si tú fueras un inversor y viniera alguien a contarte su película, ¿qué aceptarías más fácilmente para invertir tu dinero un «tengo una idea maravillosa», o un «tengo un negocio que me genera estos ingresos»? Lo que realmente da valor a una idea es su realización, es decir el resultado cuantificable (cifras de ventas, número clientes, número de usuarios, modelo de negocio validado…) del trabajo que se ha hecho para ponerla en marcha con éxito. Por tanto una idea vale tanto como su realización. Si aceptamos este hecho, es fácil intuir el porqué hay un momento adecuado y un orden para ir a cada una de esas fuentes de financiación. Los momentos en los que se puede acudir a las mismas dependen del grado de desarrollo del proyecto/empresa y en general para una startup los podríamos dividir en 2:
  • Etapa 0:
    Tenemos una idea inicial y debemos probar que es una buena idea de negocio. En este periodo el emprendedor busca un producto y un modelo de negocio válido. En esta etapa principalmente tienes los recursos propios, 3F (a veces como mucho sólo la primera de las 3Fs) y el Crowd Funding.
  • Etapa 1:
    Tras un proceso de desarrollo, pruebas e iteraciones encontramos algo que funciona. En este momento nos planteamos la creación de una empresa. El emprendedor tiene que contar con un plan de negocio sólido y ventas. Ya tenemos un prototipo funcional. En esta etapa las fuentes de financiación más adecuadas pues ya puedes demostrar algo que funciona y genera ROI: 3Fs, crowd funding, microcréditos, subvenciones, patrocinadores y socios industriales.

Hasta aquí estarían las que considero opciones para una startup, las siguientes son para etapas más avanzadas:

  • Etapa 2:
    A la empresa se le supone una cierta madurez (3-5 años). Si estaba alojada en una incubadora es el momento en que le toca salir al mercado.. La etapa 1 y 2 no son esencialmente diferentes, la frontera la marcan quizás las ventas. En cuanto a financiación este es el rango típico en el que todavía se sienten cómodos algunos Business Angels y algún fondo de capital, y también en el que suelen operar las sociedades de capital riesgo públicas, normalmente promovidas por gobiernos regionales.
  • Etapas 3 y 4:
    La organización, ya madura, tiene el potencial de expandir su mercado o acelerar la producción y el desarrollo por lo que entra en juego el capital riesgo puramente privado en sus diferentes rondas y niveles, y en algún caso algún inversor privado (BA).
¿Y todo esto que tiene que ver con bootstrapping? Es más, ¿qué es eso de bootstrapping? En una frase bootstrapping es la filosofía del hazlo tú mismo y si no puedes, busca una solución alternativa que te resuelva el problema. Cuando afrontas un proyecto de estas características afrontas muchos retos, pero lo bueno es que en TIC, salvo el problema de la parada y algunos similares, pocas cosas no tienen solución. Para responder a la primera pregunta hay que tener en cuenta 2 cosas:
  1. Ningún inversor da nada por nada (ni las 3Fs). O sea que antes de ir a pedir inversión asegurate de que realmente la necesitas, pues puedes estar regalando una parte importante de tu negocio por un exceso de (mala) previsión.
  2. Si tu idea es realmente buena, has planificado de forma coherente el gasto y coste, puedes llevarla a cabo y ves que funciona (otra de las ventajas de utilizar desarrollo de cliente), planteate esto: ¿para qué necesitas inversores?
Con bootstrapping lo que sigues son estos dos principios que minimizan el riesgo financiero. Desde luego no todo son ventajas con este sistema de hecho es al contrario, es el camino más duro y más difícil por el desgaste que supone. Como experiencia personal os puedo decir que ahora estoy liado con un tema de servidores con un proveedor de cloud para montar la infraestructura del proyecto y creedme que no es un plato de mi gusto.
Bueno, espero que os haya gustado la entrada de esta semana y como siempre espero vuestros comentarios y sugerencias. La semana que viene más.